FIO 2015… la resaca.

Como ya empieza a ser costumbre, después de pasada la feria de FIO, toca hacer balance de todo lo acontecido. Muchas son las sensaciones vividas durante estos pasados días, como para ordenarlas en mi cabeza todavía confusa. Quién me conoce, sabe de mi fobia a la multitud y, que tardaré unos cuantos más en borrar de mi mente tal borrachera de gente.

El balance no puede ser otro que positivo, partiendo que ha sido un éxito en el número de artistas participantes con una especial sintonía entre todos; como demuestra la realización de un mural durante la feria, que ha sido toda una novedad y con excelente acogida por parte de los innumerables visitantes. Esos ratos compartiendo pinceles y acuarelas son momentos que no tienen precio. Al igual que el rato de conversaciones y risas durante ese aperitivo inaugural que hacemos entre los artistas presentes, y que parece definitivamente institucionalizado. O también el coincidir durante la feria con grandes amigos, expositores o no, que hacen que del encuentro un momento para el recuerdo, y me alegra saber de primera mano, que esa es la misma sensación que tienen aquellas personas a las que aprecio.

Profesionalmente me siento más que satisfecho, más que por las ventas, por la oportunidad de retomar o emprender nuevos proyectos y hacer contactos con posibles clientes.

Ya desde el día siguiente a su clausura, empieza la cuenta atrás para la próxima edición en la que espero estar implicado en su gestación y sus posibles mejoras.

Por último agradecer la presencia a todos los artistas que se animaron a participar en una experiencia enriquecedora, que espero se repita. Amigos o visitantes que contemplaron nuestras obras y que sin ellos el «artista» solo sería una palabra vacía. Agradecer también a la organización de la feria, y en especial a Isaac Outón por su apuesta firme y decidida para que nuestra presencia en la feria sea ya una realidad consolidada.

Aquí unas fotos de momentos de la feria.