Última Frontera… Delta del Danubio.
Tras cuatro horas de coche desde Bucarest ,y tres de embarcación rápida pasando varios controles de policía de frontera, se da uno cuenta que se dirige a uno de esos sitios que hacen honor a su nombre: Última Frontera. Aquí lo pondríamos otro nombre que vendría a decir lo mismo. El Delta de el Danubio es un lugar que hipnotiza solo con el «rabillo del ojo». Esos sitios de los que no te irías nunca. Un lugar inmenso donde perderse y donde no te encontraría nadie. La exultante manifestación de naturaleza no se muestra indiferente, lo que no es de extrañar que sea Reserva de la Biosfera.Aunque no tenia decidido hasta el final incorporarme al viaje junto a dos grandes amigos al Delta del Danubio, no he podido esquivar la oportunidad que sabríano decepcionaría… como así fue.
No entraré en detalles, porque ciertos sentimientos serían indescriptibles y solo entendibles por quién lo «padece».La visita, mezcla de trabajo(?) y ocio(?), permitieron unas jornadas inolvidables para cualquier «pajarero»… y ratos perdidos par hacer escapadas con uno de los vehículos eléctricos a dibujar desde los múltiples «hides»(escondite, para los amigos), o desde el mismo coche. Después de tiempo sin dibujar del natural y de baches varios de la vida, mi temor a no conectar con el papel, desaparecieron tras los primeros bocetos de «arranque». Os enseño una selección, algunos de ellos coloreados posteriormente en digital cuando todavía se mantienen frescos en la memoria. Todos sabéis de mi predilección por los apuntes solo a lápiz, que es donde se percibe la esencia del momento, siendo la única herramienta que desenfundé. Muestro también un pequeño álbum de fotos, aunque me considere un fotógrafo mediocre.
Agradecer a Max, Sara, Luca y a todo el personal de Última Frontera su hospitalidad, las horas interminables de tertulias y las risas.
Menudo material te has traído, Potri. Me encantan tus bocetos a lápiz, son una auténtica maravilla. Me alegra que hayas disfrutado el viaje y espero que esos «baches de la vida» no sean nada grave y en todo caso hayan quedado atrás.
Un abrazo.
27 junio, 2014 en 5:37 pm
Gracias Paco, he disfrutado como nunca y también afilado la guadaña para que corte mejor. Al menos un cuaderno y un lápiz tenía que llevar.
Es lo que tienen los baches… que luego se sale de ellos.
Un fuerte abrazo
Potri
27 junio, 2014 en 5:44 pm
Precioso reportaje de dibujos y fotos, nosotros hemos disfrutado también de tu viaje
27 junio, 2014 en 7:30 pm
Gracias Mercé. Sin duda, un lugar al que volver.
27 junio, 2014 en 8:46 pm
Veo que has disfrutado de este viaje de…. ocio?, debe de ser un sitio precioso y como dices para un pajarero convencido como yo, seguro que es una delicia. Estupendos los apuntes, estupendos los del pigargo y pelícanos. Saludos desde Ecija.
Pd: Se te echaba de menos.
27 junio, 2014 en 11:58 pm
Un lugar en el que disfrutarías, seguro. Aparte de la gran cantidad de aves acuáticas entre otras, me llamó la atención la densidad de Carracas como no he visto en ningún sitio. Me alegra que te gusten Pablo.
Abrazos
Potri
P.D.: Espero dejarme ver más a menudo.
28 junio, 2014 en 8:27 am
Que magnífico trabajo, excelentes los dibujos como siempre. Salud
28 junio, 2014 en 6:43 am
Gracias Ricardo, algunos bocetos no pasaron los niveles de exigencia, e incluso fueron «despojados» del cuaderno… cosas mías.
Abrazos
Potri
28 junio, 2014 en 8:29 am
Cuanto me ha recordado mi viaje por Rumanía de hace ya como 15 años!!! Recuerdo el Delta como un lugar inhóspito, salvaje, donde comíamos lo que nuestros barqueros pescaban mientras yo me dejaba los ojos buscando cernícalos patirojos y zarceros icterinos!! Me encanta el reportaje Potri, y los apuntes ya no digamos… como me gustaría volver con tiempo y un cuaderno de apuntes!!! Ya te lo he dicho en FB pero los palícanos los has bordado! Un abrazote
2 julio, 2014 en 6:22 am
Senci, donde yo estaba alojado era un hotel de 4 estrellas con menú especial para vegetarianos solo para mí. A los Cernícalos patirrojos tuve ocasión de verlos varias veces. A parte de los pelícanos, el cormorán pigmeo, el pigargo, el pito cano y otros más, lo que más ilusión me hizo fue ver al gavión cabecinegro. Yo tengo pendiente volver… no sé cuando, pero volveré. Me alegra que te gusten mis bocetos. Da gusto ver como se valoran por parte de ciertas personas este tipo de trabajos. Es donde se ve la maestría que no todos reparan en ella.
Un fuerte abrazo
Potri
2 julio, 2014 en 9:27 am